Lewis Hamilton ha logrado su segunda victoria de la temporada en el Gran Premio de Singapur. Lo ha hecho con tanta autoridad como lo hizo en Hungría y, además, esta vez con el 'agravante' de nocturnidad. Salía desde la Pole Position con más gasolina que sus rivales, y sólo ha dejado el liderato momentáneamente en manos de Fernando Alonso.
De hecho, el bicampeón español ha sido el otro gran protagonista de la carrera, al firmar la tercera posición final en un Gran Premio especialmente complicado para el equipo Renault, mermado en patrocinios y personal de dirección por el escándalo protagonizado el año pasado por la escudería del rombo.
Timo Glock ha cruzado la línea de meta segundo, el mejor resultado para Toyota en lo que va de año, mientras que Sebastian Vettel ha tenido que conformarse con el cuarto puesto de carrera tras verse penalizado con un drive-through por exceso de velocidad en el carril de boxes. El alemán de Red Bull ha perdido la oportunidad de introducirse de nuevo en la lucha por el Mundial, mientras que su compañero Mark Webber queda definitivamente descartado al retirarse hoy con problemas de frenos.
Así pues, la lucha por el campeonato queda prácticamente en manos de los dos pilotos de Brawn GP, Jenson Button y Rubens Barrichello. Concretamente, Button tiene desde hoy más números para alzarse campeón al terminar la carrera justo por delante de Rubinho. Ahora son 13 puntos los que separan a ambos pilotos cuando quedan sólo tres Grandes Premios (o 30 puntos en juego) para el final de la temporada.
Heikki Kovalainen y Robert Kubica han completado la zona de puntos en Singapur, mientras que Jaime Alguersuari se ha visto obligado a abandonar por posibles problemas de frenos; Toro Rosso ha indicado a sus dos pilotos que volvieran a boxes al ver el accidente de Webber por la rotura de un disco de freno. Hasta el momento del abandono, el joven catalán ha luchado a brazo partido con media parrilla para evitar ser superado cuando ocupaba una meritoria decimocuarta plaza. En definitiva, un paso más en la formación de Jaime, que se ha adaptado muy correctamente a un circuito tan complicado como el de Marina Bay.
Ferrari tampoco se va contenta de Singapur. Kimi Raikkonen sólo ha podido ser décimo, mientras que la actuación de Giancarlo Fisichella ha sido incluso más gris, para ver la bandera a cuadros en el decimotercer puesto final.
Por último, merece mención Nico Rosberg y su excelente papel, sólo arruinado por invadir la línea blanca exterior en el carril de salida de boxes. Sin ese error, el alemán de Williams, que hoy orbita en torno al equipo Brawn, hubiera tenido el segundo puesto de la carrera al alcance de su mano.
Próxima parada, Japón. El desafiante circuito de Suzuka albergará la antepenúltima prueba de este Mundial 2009 de Fórmula 1, que promete nuevas emociones hasta que sepamos quién ganará el campeonato.
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