El 10 de diciembre de 2011 frente a más de veinte mil personas, el ingenio peruano se impuso al viento en la primera edición del Red Bull Flugtag La Punta 2011, realizado en la playa Cantolao (Callao), un evento que se realiza por todo el mundo en el que la gente común es invitada a crear máquinas voladoras caseras con la esperanza de que se mantengan en el aire.
Fueron 28 curiosas naves las que se lanzaron desde el muelle de la Escuela Naval de la playa Cantolao, plataforma en la que se lucieron avionetas de cuy chactado, pterodáctilos, cóndores, orcas con alas, toros e incluso nidos voladores con huevos.
Los participantes no se quedaron atrás: por el muelle desfilaron hombres pingüinos, otros vestidos de Barbie, Transformers, troglosaurios, pescados y chefs. Las propuestas con temas peruanos fueron las más aplaudidas por los asistentes, como el planeador Tayta Gallo, que encomendó su nave al Señor de Muruhuay antes de saltar.
Los concursantes fueron calificados según la distancia que recorrieron, la originalidad de sus naves, y el show con el que las presentaron ante el público. El jurado, compuesto por Andrés Wiese (actor), Tilsa Lozano (modelo), la Leslie Shaw (cantante y modelo), Nicolás Fuchs (piloto) y Gabriel Villarán (tablista) eligió al equipo Yawar Fiesta como el ganador de la jornada.
Con un gran toro rojo de alas dominado desde su lomo por un piloto vestido de cóndor, tal como la costumbre andina dicta, el equipo de estudiantes de ingeniería mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería logró hacer que su nave volara doce metros mientras su toro movía cabeza, patas y cola en el aire.
“Haría esto una, dos, tres, veces, ha estado increíble. Fue muy difícil hacerlo y nos ha costado un montón de madrugadas. Hemos aprendido un montón y en verdad ha valido la pena” dijo Yeison Gutiérrez, el piloto, que viajará con su equipo al Nitro City de Panamá, el hotel de deportes extremos de Travis Pastrana.
El segundo puesto fue para “Las cinco plumas del cóndor”, con trece metros de distancia, y el tercero para “Los dateros del Frontón”, que lograron hacer planear su nave quince metros sobre el agua, el mejor vuelo de la tarde.
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